¿Cómo gestionar los diferentes tipos de residuos en laboratorio con contenedores de seguridad?
Los laboratorios son entornos que deben gestionarse de forma cuidadosa y especial. Aplica para los desechos, que deben manejarse correctamente para evitar la contaminación del medio ambiente, la propagación de enfermedades y los accidentes del personal con material contaminado. Se necesitan ciertos equipos de laboratorio para garantizar su manejo seguro, entre los que destacan los recipientes para residuos biopeligrosos, como los que ofrecemos en El Crisol.
También es importante considerar esquemas de manejo, que deben trazarse según la condición de la basura y consejos para organizar el laboratorio y mejorar el rendimiento. De esta manera se asegura el desecho responsable de materiales contaminados. A continuación, les diremos los tipos de residuos generados en laboratorio y el contenedor que les corresponde.
Contenedores para el manejo seguro de desechos
En las Buenas Prácticas de Laboratorios se incluyen las normas que regulan la forma en la que se procede dentro de ellos. Generalmente, cada laboratorio opera según prácticas propias, que se combinan con las normativas institucionales. Conocer ambas es importante antes de que algún investigador utilice alguno de los distintos tipos de laboratorios según su nivel de bioseguridad, tanto por su seguridad como por la del resto del personal.
Un aspecto relevante de las Buenas Prácticas se relaciona con la gestión de los desechos producidos por los trabajos de laboratorio. La gestión se relaciona tanto con el personal que maneja los equipos de laboratorio como con las instalaciones. El primer paso para garantizarla es contar con contenedores adecuados para cada residuo. No debe permitirse tratar a los residuos de forma similar, sobre todo en instalaciones especializadas.
El recipiente más común se destina para residuos no peligrosos. En ellos deben colocarse plásticos, papeles, vidrios u otros elementos que no tengan sustancias peligrosas. Por ningún motivo coloque un contenedor para la basura orgánica. La razón es que está prohibido comer o beber dentro de los laboratorios, por los riesgos implicados a la salud.
Los otros contenedores que deben colocar son de seguridad. Generalmente, cuentan con tapas diseñadas para eliminar los desechos con una sola mano y limitar la exposición a los contenidos infecciosos. También tienen impresiones de seguridad de color para identificar el riesgo potencial. Se trata de equipos de laboratorio, pero también se han estandarizado en hospitales por la ayuda que ofrecen y porque en ellos son comunes los desechos biopeligrosos. Están disponibles con capacidades desde cinco hasta más de 50 litros.
Clasificación de residuos y contenedores
Los desechos generados en laboratorio se dividen en tres tipos: desechos inertes o no radiactivos, por ejemplo, la tierra o minerales; residuos radiactivos no peligrosos, que pueden generarse en otras instalaciones y, por último, residuos especiales, ya sean peligrosos o tóxicos. En el caso de los desechos cancerígenos, biológicos, radioactivos o sanitarios, poseen una legislación independiente, que es importante considerar.
Deben incluir contenedores para material de laboratorio no contaminado. En ellos pueden colocarse residuos con sustancias químicas, pero que no sean peligrosas para la salud o el medio ambiente, por ejemplo, pipetas, probetas, guantes de laboratorio, tubos de centrífuga, materiales de vidrio rotos, entre otros recipientes desechables, que son comunes en laboratorios.
En el caso de los residuos biológicos o sanitarios, se necesitan contenedores para cada tipo de material. En ellos son recogidos los productos químicos no halogenados que sobran en el laboratorio. Se separan aquellos que tengan productos halogenados para deshacerse de otros residuos. También se recogen agujas y vidrios contaminados.
En los laboratorios de biología o médicos, es indispensable que haya contenedores para residuos específicamente biológicos, no para materiales contaminados con residuos biológicos. En estos equipos de laboratorio en Puebla se desechará medios de cultivo, bacterias, antibióticos, entre otros elementos que puedan originar cepas resistentes. También deben retirarse las semillas y plantas transgénicas para que no terminen en algún ecosistema y se introduzcan variaciones genéticas de una especie.
Los residuos biológicos tienen que esterilizarse e incinerarse antes de introducirse en los residuos normales. En el caso de laboratorios donde se usan animales, deben separarse aquellos tratados de los no tratados para incinerarlos. Es importante identificarlos y colocarlos en zonas estratégicas, donde haya bajos riesgos de contacto y aislarlos completamente de otros contenedores para evitar confusiones.
En el caso de los desechos radioactivos, tienen que colocarse en recipientes de plomo. La vida útil de tales residuos varía, por lo que estos contenedores se diseñan para evitar fugas de radioactividad hasta que ésta disminuye. Cuando esto último ocurre, se juntan con los residuos normales. Por último, aquellas sustancias líquidas que no son recogidas en recipientes de halogenados y no halogenados, por ejemplo, pigmentos no tóxicos o tampones salinos, pueden desecharse en la pila de drenaje con mucha agua.
Si desean contenedores de seguridad de calidad y a precios competitivos para desechar adecuadamente su material de laboratorio Puebla, contacten a los expertos de El Crisol. Tenemos ejemplares de distintas capacidades y fabricados con polipropileno, que pueden esterilizarse en autoclave sin retirar la bolsa para garantizar la seguridad del personal. Soliciten más información a través de la línea (55) 5264 5500.