El papel del medidor de pH en la industria alimentaria

El uso del medidor de pH así como las pruebas regulares con este son sumamente importantes en la producción de alimentos para garantizar que el producto cumpla con los estándares de calidad, seguridad y frescura requeridos. Todas las principales empresas productoras de alimentos y bebidas, así como los productores de alimentos enlatados, las lecherías, los fabricantes de mermeladas y gelatinas, los alimentos para congelar, etcétera, recurren al análisis de pH.

Existen varias razones por las cuales las pruebas de pH con un excelente equipo de medición como el que en El Crisol ponemos a su alcance, se deben realizar en la industria de alimentos y bebidas, aquí hay algunas de ellas:

  • Sabor Cuando un alimento que se produce se vuelve demasiado ácido o no está lo suficientemente ácido, esto afecta el sabor, por lo que el pH debe controlarse estrictamente dentro de límites determinados. Esto abarca desde las inquietudes de fabricación de mermeladas pequeñas hasta las principales plantas de proceso que producen el sabor del queso, el café y la cerveza. Si un alimento tiene un contenido de ácido demasiado alto, este tendrá un sabor más intenso de lo que se supone debería tener.
  • Seguridad Asegurar la inocuidad de los alimentos es una preocupación primordial para los fabricantes, por lo que el pH tiene que estar bien regulado. Por ejemplo, la detección temprana de la comida que comienza a pasar por el proceso de descomposición puede detectarse por un cambio en el pH. También se utiliza para verificar la frescura de la leche, la mantequilla y el yogur en el sector lácteo. El pH es particularmente vital en aquellas industrias donde existen cultivos vivos en el proceso, como la fabricación de queso y yogur, la levadura para pan o la fermentación de la cerveza y el vino.
  • Calidad Existen estrictos controles de calidad en todas las industrias de alimentos y bebidas, en los que el pH juega un papel vital para garantizar una calidad constante. Por ejemplo, al hacer jalea, los conjuntos de esta están dentro de un rango de pH específico, por lo que cualquier desviación equivaldría a que el producto resultante es demasiado acuoso o demasiado duro.
  • Pruebas Las pruebas varían según el tipo de alimento o bebida que se está analizando; a veces, una muestra se puede extraer y analizar en un entorno de laboratorio o se puede realizar un monitoreo en línea para operaciones a gran escala. Las pruebas se pueden realizar en muestras de carne y queso insertando una sonda directamente en el alimento.

Los usos y aplicaciones del medidor de pH son amplios y variados, al igual que la gama de medidores disponibles para comprar es extensa. Como comprador, debe probar y asegurarse de que el medidor de pH que está obteniendo va a ser el adecuado para sus necesidades y hará el trabajo que necesita.

Ahora bien, a continuación les daremos una lista que les ayudará a decidir qué medidor se adapta mejor a sus necesidades.

  • Precio. Podría decirse que es el factor más importante en cualquier decisión de compra; cualquier medidor que compren debe estar dentro de su presupuesto. Una manera de obtener el mejor valor por su dinero es asegurarse de comprar al mejor precio disponible sin arriesgar la calidad, claro está.
  • Precisión y fiabilidad. Necesitan que su medidor sea lo suficientemente preciso para garantizar que lo que están midiendo se mantenga dentro de los límites requeridos para el proceso. Además, el medidor debe ser confiable para que proporcione lecturas consistentes cada vez. Para probar la acidez de los alimentos, generalmente es preferible una precisión de 0.01 a 0.02 unidades, aunque podría ser posible utilizar un medidor de pH con una precisión de 0.2 unidades para productos alimenticios con un pH que no exceda de 4.0. Un medidor de pH que proporcione resultados menos precisos al ser usado en alimentos con un pH superior a 4.0 puede llevar a que los alimentos con niveles inseguros de 4.6 o más salgan a la venta.
  • Durabilidad y longevidad. Es obvio que el medidor de pH debe ser lo suficientemente resistente para hacer frente a la situación en la que lo van a usar. Si necesitan medir el pH en el exterior, tiene que ser capaz de soportar el clima y las temperaturas adversas.
  • Electrodo. Deben tener en cuenta el elegir un electrodo para uso alimentario, ya que el aceite puede obstruir el electrodo e inutilizarlo. Si no hay mucho aceite involucrado, se puede usar un electrodo de vidrio estándar. Si van a explorar sólidos como la carne o el queso, también necesitará un electrodo especial.
  • Calibración. El medidor de pH tiene que ser calibrado para obtener lecturas precisas, por eso se sugiere que adquieran un medidor que tenga una calibración de al menos 2 puntos. Para evitar confusiones, las soluciones tienen un código de color, rojo para el pH 4, amarillo para el pH 7 y azul para el pH 10. Estas son soluciones de referencia con valores de pH conocidos que se utiliza para probar un medidor. Para las pruebas en la industria alimentaria, las soluciones de pH 4 y pH 7 son generalmente suficientes para la calibración.
  • Compensación automática de la temperatura. En la industria de alimentos y bebidas, se requiere un medidor con compensación automática de temperatura. La producción de alimentos depende en gran medida de la temperatura en el proceso de fabricación y, como las lecturas de pH se ven afectadas por la temperatura, deben controlarse continuamente. Sin una compensación automática de la temperatura incorporada en el medidor, tendrían que dejar que los alimentos se enfríen antes de medir el pH, lo que no es una solución práctica en un entorno acelerado.

Con esto puede corroborarse la importancia del uso de medidores en las industrias alimenticias entre otros datos relacionados que seguro les serán de utilidad. Esperamos les haya gustado esta entrada, manténganse al tanto de nuestro blog si desean conocer más datos sobre los productos y servicios que ofrecemos. Les invitamos a contactarnos si desean medidores de calidad entre otros materiales de laboratorio para análisis en los procesos de producción de alimentos.