Con M de Micropipeta: pasado, presente y futuro
Al exponer los avances científicos y médicos de nuestra era moderna, siempre aparece una imagen en internet y televisión: la de un investigador sosteniendo una micropipeta. Puede que no se hable tanto de este artículo como de otro tipo de material para laboratorio en Querétaro, pero su importancia es ineludible, convirtiéndose en uno de los íconos de la biotecnología, la biología molecular, la terapia genética y las células madre. Es un artilugio casi omnipresente, que ocupa un lugar esencial en diversas tareas de análisis crítico.
Por uno u otro motivo, la micropipeta ha ganado una vasta notoriedad desde su invención, ya que es, sin temor a exagerar, el instrumento más empleado en aplicaciones de laboratorio y muchas ramas de la medicina. Tengan presente que la manipulación de microlitos de soluciones que contienen productos es una práctica recurrente, que suele realizarse con la micropipeta con punta de plástico moderna. Contar con un consumible de este tipo es sumamente importante para un pipeteado preciso de volúmenes reducidos.
De la succión al pipeteado
En la actualidad, casi nadie es capaz de recordar lo incómoda que era la medición de pequeños volúmenes antes de la existencia de la micropipeta. Desde su descubrimiento y posterior patente, la micropipeta llegó para quedarse, porque solía ser muy complicado llevar a cabo mediciones precisas de volúmenes tan pequeños como 10 microlitros de manera exacta. Sin embargo, gracias al avance de la ciencia en el último siglo y al uso de una gran variedad de sustancias en cientos de investigaciones, el modo en que se han creado estos instrumentos de laboratorio ha llevado a diferentes fabricantes de todo el mundo a presentar una propuesta efectiva, coherente con las necesidades científicas.
Antes del nacimiento de la micropipeta era común que se emplearan varios tipos de capilares de vidrio e incluso succión con la boca para obtener mediciones exactas a partir de pequeños volúmenes de líquido. De hecho, un pipeteado preciso ameritaba experiencia, así como de un buen usuario y estructura de la pipeta. Roturas, peligro de aspiración de la solución química o la muestra de trabajo, esterilidad, roturas, imprecisión y limpieza eran problemas constantes que se experimentaban en los laboratorios más avanzados.
De manera que la invención de la micropipeta con punta de plástico es un ejemplo fehaciente de cómo una mente enfocada y crítica puede transformar la historia de la ciencia y cambiar las actividades habituales para siempre. En 1956, el joven médico Heinrich Schnitger se unió al grupo de Theodor Bücher del Instituto de Bioquímica de la Universidad de Marburgo, en Alemania, donde puso toda su inventiva a prueba, legado de su padre, para crear un fabuloso objeto para facilitar las labores de pipeteado en el laboratorio.
El nacimiento de la micropipeta
Como resultado de su ingenio, la micropipeta es un material para laboratorio en Querétaro, y otras ciudades de México, que no puede faltar en gran variedad de industrias, sectores y campos de investigación que componen el motor económico del país. Lo que hizo Schnitger fue modificar una jeringuilla de cristal, integrando un pistón accionado por resortes, al igual que un tope regulable para establecer el volumen de cada fluido. Más tarde, la aguja de la jeringuilla fue sustituida por una punta de plástico extraíble, con un amortiguador de aire que separaba el fluido del pistón, confinado el fluido a la punta de plástico. Así, para pipetear solo había que cambiar la punta extraíble por otra, evitando contaminaciones.
Al ser especialistas en venta de material de laboratorio de química en Querétaro, reconocemos que esta función fue una innovación importante que acabaría catapultando la micropipeta tal como la conocemos. En los meses siguientes, el doctor Schnitger desarrolló un prototipo experimental, apoyado por Theodor Bücher, y acabó por patentar la primera micropipeta, asegurando un pipeteado preciso de volúmenes pequeños, ya que el personal poco experimentado podía manejar microlitos con facilidad y rapidez.
El futuro es ahora
En la actualidad, para su fabricación se toman en cuenta ciertos criterios que son inherentes a muchos tipos de material para laboratorio en Querétaro. Lo más importante es la ergonomía, puesto que se trata de un equipo de uso frecuente en muchos análisis. Además, también se considera la facilidad de limpieza por la gran variedad de sustancias con las que permanece en contacto diario. El panorama ha hecho que este instrumento adquiera más protagonismo, no solo por el modo en que se involucra en el análisis de una posible enfermedad, sino también por su rol en la investigación y desarrollo de vacunas, medicamentos y otras curas para diversas patologías, por lo que en los próximos años seguirá siendo un recurso de mucho valor para la aplicación del método científico.
En El Crisol ustedes pueden adquirir un juego de tres micropipetas de 10 a 1000 l de volumen variable, esterilizables mediante autoclave e incluyen suministro de dos cajas con puntas Finntip Flex y una con puntas Finntip FT, soporte de mesa F-stand y paquete de muestra de reservorio para reactivos. Los invitamos cordialmente a comunicarse con nosotros para preguntar por este y otro tipo de material para laboratorio en Querétaro a través del chat en vivo, llamando al teléfono de nuestra sucursal (442) 210 3333 o escribiendo al correo queretaro@elcrisol.com.mx. Recuerden que estamos ubicados en acceso II #43, Fracc. Industrial Benito Juárez, 76120, Querétaro.