Importancia de la medición del pH en la industria cosmética
La industria cosmética en México constituye un mercado de grandes oportunidades para los inversionistas especializados en el sector, tanto nacionales como extranjeros. Todos los días, desde que nos levantamos para ir a estudiar o trabajar, usamos champú, acondicionador, jabón de tocador, desodorante, pasta de dientes y, en el caso de las mujeres, maquillaje, un aliado muy importante para la buena presencia. Cada uno de estos productos debe pasar un estricto proceso de control de calidad, empleando el medidor de pH y otros materiales de laboratorio indispensables para su fabricación y comercialización.
El término pH hace referencia a la concentración de hidrógeno en el agua, por lo tanto, su valor nominal indica el nivel de acidez o alcalinidad de una solución acuosa, en comparación con el agua destilada, que tiene un pH neutro, es decir, de 7 dentro de una escala química del 1 al 14.
Es necesario tener presente que su medición se limita a los productos elaborados con una base acuosa. De manera que cualquier líquido con un valor por debajo de 7 se considera ácido, mientras que, si este asciende, entonces es alcalino.
Para comprenderlo mejor, podemos usar como ejemplo algunos alimentos. El jugo de limón tiene un pH ácido, ya que contiene al menos un 5% de ácido cítrico, una sustancia cuyo pH es de 2.2. Por otro lado, el bicarbonato de sodio, que se emplea a nivel doméstico tanto para la limpieza, como para algunas preparaciones, tiene un sabor amargo y su pH es de 9.
Conocer este valor nominal, a través de un minucioso control de calidad con instrumentos de laboratorio, es una labor indispensable en toda industria cosmética, debido a que el producto final, si no tiene un pH que sea ideal para la piel, puede causar graves lesiones cutáneas, poniendo en riesgo tanto a sus clientes, como el prestigio de su marca.
¿Cómo funciona el proceso de medición de pH?
El nivel de acidez o basicidad de un producto que será puesto en circulación se obtiene gracias a un medidor de pH y el mecanismo funciona con base en la cantidad de iones de hidrógeno positivos en su artículo cosmético: a menor pH, más iones de hidrógeno positivos y menos iones OH-; y mientras más iones de hidrógeno positivos, tendrán más potencial para producir una corriente eléctrica. El instrumento que se emplea para esta labor se encarga de medir el voltaje producido por su preparación cosmética, comparándolo con el voltaje producido por soluciones de calibración, proporcionándoles una medida exacta.
¿Cómo se mide el pH de un cosmético?
En principio, hay que establecer que el pH de una crema, por ejemplo, solo puede medirse si esta es O/W, es decir, el tipo de emulsión y si es de aceite en agua. El método más empleado es en el que se hace una dilución del producto cosmético en agua destilada al 10%, lo que implica un 10% de su producto cosmético y 90% de agua destilada, independientemente del artículo que manejen, ya sean cremas, serum, tónicos, champú o jabón.
Se agita enérgicamente hasta que ambos estén bien integrados y, luego, se sumerge el medidor de pH en la solución, esperando a que marque. Este material de laboratorio les dará una medida exacta del nivel de acidez o alcalinidad de su cosmético, aunque la precisión también dependerá de la calidad del instrumental que usen, por eso siempre es importante que recurran a un proveedor como nosotros, porque en El Crisol contamos con un amplio catálogo de productos orientados a suplir sus necesidades de la mejor manera.
¿Cuál es el pH ideal para la piel?
La piel humana está preparada para enfrentar infecciones y su capacidad para combatir agentes externos depende, en gran medida, del pH. Este órgano cuenta con una delgada capa protectora en la superficie, que es conocida como manto ácido. Se compone de sebo o ácidos grasos libres, que son excretados por las glándulas sebáceas, mezclándose con ácido láctico y aminoácidos presentes en el sudor para generar el pH de la piel, que debería ser ligeramente ácido, pero con un rango extenso que oscila entre 4 y 7.
Se calcula que el pH promedio de la superficie de la piel sana es de 4.7 y gran parte de los estudios enfocados al respecto han arrojado valores por debajo de 5, que genera un contraste con la suposición de que el pH de la superficie de la piel está entre 5 y 6. Además, se ha podido demostrar en numerosas investigaciones que las personas con un pH cutáneo por debajo de 5 están en mejores condiciones que aquellas con valores superiores, sobre todo en materia de hidratación y composición de la flora bacteriana.
Entonces, ¿por qué hay que medir el pH en la industria?
La mayoría de los artículos que se usan diariamente requieren un pH específico para la estabilidad, especialmente en el sector farmacéutico y la industria cosmética. Esto significa que los usos de los medidores de pH en materia de fabricación son muy amplios y desempeñan un rol elemental. En El Crisol contamos con materiales para laboratorio específicos para cada industria y para cualquier necesidad que esta requiera.
Las empresas orientadas a la producción cosmética deben tener muy presente el potencial de hidrógeno y manejar niveles que sean óptimos para la aplicación en la piel humana, puesto que su capa externa tiene una estructura de queratina y el uso de artículos con un pH que no sea ideal puede dañar las capas de células cutáneas.
Los jabones muy alcalinos, por ejemplo, tienen la desventaja de eliminar la capa ácida que cubre la piel, que constituye una defensa natural del cuerpo, motivo por el que la mayoría de los dermatólogos recomiendan que los jabones de tocador contengan un pH equilibrado.
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