La medición del pH en el cultivo de camarones

Usualmente, se habla de la medición del pH en cultivo de plantas, pero igual es indispensable realizarla en el cultivo de mariscos, como los camarones. De esta manera, se garantizan producciones de calidad, benéficas para los productores y seguras para los consumidores. El medidor de pH es por ello un instrumento indispensable durante las distintas etapas de crianza y evitan varios efectos adversos para los cultivos.

¿Cómo impacta el pH en los cultivos de camarones?

Para que los camarones se desarrollen en un entorno saludable y no ocurran situaciones de riesgo, es indispensable que la calidad del agua sea buena. En caso de que haya variaciones notorias en ciertos parámetros, ocurrirán anomalías tanto en el crecimiento de los animales como en su crecimiento.

Si no se toman medidas adecuadas de forma temprana (como usar equipo de laboratorio en Monterrey adecuado para el control de los diferentes parámetros) los crustáceos morirán rápidamente, lo que deriva en notables pérdidas de dinero e, incluso, el cierre de los negocios.

Entre los parámetros que es indispensable controlar, destaca el pH. Se refiere a las concentraciones de acidez o alcalinidad en los depósitos de agua donde se efectúa la crianza. Con respecto al cultivo de camarones e, incluso, de peces, ocurren diariamente fluctuaciones en el nivel del pH, lo que se debe a varias causas, principalmente el CO2 que generan los animales al respirar, que elevan el nivel de acidez del medio.

Las variaciones en este parámetro ocurren según el horario. En el caso de las horas del día, el dióxido de carbono es eliminado de los depósitos debido a la fotosíntesis realizada por el fitoplancton y las plantas acuáticas. Por otra parte, ocurre una reducción del pH al llegar la noche, a causa de la generación de CO2 por la respiración de todos los organismos.

Gracias a muchas investigaciones científicas, los productores saben que los depósitos con camarones deben mantener un pH entre 7.8 a 8.5. Estabilizar los niveles de pH es una labor complicada para los cultivadores, pero es importante no omitir con ayuda de un medidor de pH por el bien de sus producciones y para garantizar óptimos procesos metabólicos y fisiológicos de los crustáceos. Por ejemplo, es necesario que las variaciones del pH durante el día no superen el 0.5 para que el agua mantenga su calidad.

¿Qué pasa si no se estabilizan los niveles de pH en los cultivos?

En caso de que haya variaciones notables en el pH del agua, los animales presentan debilitamiento y problemas para alimentarse. Cuando se mantienen demasiado bajos o altos los niveles de acidez y por largos periodos, el desarrollo de los camarones será lento y ocurrirán atrofiamientos, a lo que se suma el aumento de las enfermedades.

Omitir la utilización de medidor de pH reducirá las tasas de sobrevivencia, derivará en estrés, disminuirá la producción y se obtendrán camarones de tamaños inadecuados. Entre los efectos nocivos y enfermedades que pueden ocurrir, destacan los problemas en lentes oculares, alta mucosidad en las branquias, nados anormales, caparazones blandos o sueltos, patología de branquia negra, proliferación de zooplancton, deficiencias en el fitoplancton, mudas irregulares, entre otros.

Las variaciones en el pH ocurrirán por varios factores, más allá de la generación de dióxido de carbono o su reducción por procesos fotosintéticos. Algunos de ellos son la formación de lodos en el fondo de los depósitos y la presencia de macro y micro organismos. Otros factores son la densidad del cultivo de crustáceos, el nivel de presencia de fitoplancton, los índices de precipitaciones pluviales y el piso de sulfato ácido.

El pHmetro: un elemento indispensable para los cultivos

La medición del pH requiere de un instrumento conocido como pHmetro, que se utiliza ampliamente a nivel industrial. En uno de sus extremos integra una sonda, que es el componente por insertar en el depósito de agua para que el valor del pH sea mostrado en su pantalla digital. Con respecto a la escala con la que operan, varía del 0 al 14, donde el 7 es el nivel neutral. Por debajo de este valor se indican los niveles de acidez y por arriba los niveles de alcalinidad.

Algo que deben saber acerca de los medidores de pH es su funcionamiento. Miden el valor del voltaje entre dos electrodos que, posteriormente se transforma en niveles de acidez o alcalinidad. Uno de los electrodos es de vidrio y otro de calomel. El primero es un electrodo polarizable para garantizar su sensibilidad a los iones de hidrógeno. De esta manera, un electrodo es de referencia y el otro convierte a positivo la carga de los iones en el sensor.

Esto produce una diferencia de potencial entre ambos, lo que permite medir el pH. Es importante considerar que el potencial de hidrógeno del agua de cultivo es el pH, por lo que, la concentración de iones en el sensor y la diferencia de potencial que genera posibilita mediciones precisas.

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