La importancia de los materiales de soporte y sujeción en los laboratorios

Cuando se habla de materiales de laboratorio, es difícil pensar solo en una clase de productos. Desde los materiales en vidrio o cristal, que pueden ser reutilizados y permiten la visibilidad de los productos, hasta los de plástico, que no se rompen, tienen flexibilidad y se han establecido como los más usados en las últimas décadas.

Hubo una época en la que los instrumentos de laboratorio fabricados en cristal eran los únicos que se empleaban; sin embargo, con el auge del plástico, debido a la facilidad en su manipulación, sus bajos costos y sus características resistentes, el vidrio poco a poco se fue disminuyendo en los laboratorios del mundo entero.

Así mismo, los materiales de laboratorio tienen funciones diferentes: para sujeción y soporte, para medir y contener sustancias y materiales, para mezclar, entre muchos otros usos. De todos estos, los materiales de sujeción son primordiales, ya que brindan seguridad, tanto a los trabajadores como al mismo proceso, cuando se manipulan sustancias delicadas.

Cuáles son los materiales de sujeción y soporte

Los elementos de sujeción y soporte son tal vez, además de las probetas y los tubos de ensayo, los elementos más famosos del equipo de laboratorio. El soporte universal, junto con sus respectivas pinzas, es tal vez la figura en la que piensan miles de personas cuando imaginan una persona trabajando en un laboratorio.

Algunos de los elementos de soporte y sujeción más usados en laboratorios industriales, escolares o de investigación son:

• Gradilla: es la estructura usada para sostener y almacenar los tubos de ensayo. Puede ser de materiales variados como plástico o metal y tiene diferentes tamaños y capacidad, según la capacidad y uso del laboratorio.

• Pinzas: son claves para el trabajo. Son las encargadas de sostener los materiales de forma segura y firme, para evitar accidentes cuando se trabaja. Generalmente son de metal y están compuestas por dos tenazas (también llamadas brazos), que aprietan el cuello de los recipientes o frascos. Están sujetas al soporte universal, sea a través de otra herramienta conocida como nuez o directamente.

• Soporte universal: también llamado pie soporte, está compuesto por una base estable y una barra metálica. Es usado para montajes que requerirán otros materiales, como pinzas, recipientes, medidores, etc.

• Tripié: suele estar fabricado en hierro y se usa para sostener la rejilla, que es la encargada de repartir la temperatura de forma uniforme al calentarse con un mechero.

• Lámina portaobjetos: es usada para almacenar muestras que serán analizadas en microscopios. Usualmente sus dimensiones son 75 mm x 25 mm, aunque estas pueden variar en algunos usos específicos.

• Aro metálico: como su nombre lo dice es un aro, con una barra que se sujeta al soporte universal, y tiene la función de soportar otros materiales a la hora de realizar montajes con distintos materiales de laboratorio.

Sin importar cuál sea la clase de laboratorio, lo importante es que todos los materiales de sujeción o soporte que se utilicen sean de buena calidad y se usen adecuadamente. El detalle de saber cómo y qué instrumento usar en cada proceso es clave para lograr un ambiente seguro en los laboratorios.

Claves de seguridad a la hora de usar materiales de laboratorio

Tanto cuando se manipulen específicamente materiales de soporte y sujeción como cuando se trabaje con cualquier otra herramienta o material en el laboratorio, es esencial mantener unas medidas esenciales de seguridad para salvaguardar la integridad de las personas encargadas. Las lesiones más comunes, como quemaduras, irritaciones causadas por químicos o inhalación de productos tóxicos, pueden prevenirse en la mayoría de los casos con algunas medidas.

Un paso importante cuando se implementan estas medidas de seguridad es la identificación de cuáles son los riesgos a los que se exponen trabajadores e investigadores. Entre estos hay que tener en cuenta el tipo de productos o sustancias que se manipulan, cuáles tienen propiedades peligrosas y cuáles son estas últimas. También deben identificarse cuáles son los procesos que, por sí mismos, implican cierto riesgo, como los que involucran cambios de temperaturas, procesos combustibles o con diferentes presiones.

Finalmente, en el proceso de identificar los riesgos, deben tenerse en cuenta los materiales de laboratorio, es decir cuáles son las características de los aparatos y herramientas que se utilizan. Este primer paso, en el que se reconocen los riesgos es quizá el más importante, pues son las mismas personas que están permanentemente en el laboratorio quienes mejor conocen las características de su trabajo y pueden identificar las medidas de protección que más les convengan.

No obstante, sí hay algunas recomendaciones generales que se pueden implementar, siempre pensando en las condiciones específicas de cada laboratorio. Algunas son:

• Llevar siempre el pelo protegido y recogido.

• No comer ni beber dentro del laboratorio.

• Nunca utilizar materiales rotos o en mal estado.

• Siempre mantener señalizados los elementos de seguridad y salidas de emergencia.

• No usar materiales que no estén correctamente identificados.

• Tener un adecuado manejo de los residuos.

• Mantener una correcta ventilación en el laboratorio.

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