¿Es posible integrar más elementos a la tabla periódica actual?

Adquirir equipo de laboratorio en Guadalajara es esencial para la óptima aplicación del método científico en diferentes sectores, ya sean a nivel industrial o en la enseñanza de la química, biología o física. Y, en la actualidad, uno de los temas que más interés despierta en la comunidad es la posibilidad de descubrir e integrar nuevos elementos a la tabla periódica conocida, que es esencial para entender el mundo que nos rodea y su naturaleza.

Aunque parezca que la tabla de Dmitri Mendeléyev, publicada en 1869, está completa y, por lo tanto, no necesita adiciones, lo cierto es que, desde entonces, ha sido ampliada y mejorada. La primera versión fue publicada ese año e ilustraba las propiedades de los elementos químicos que se conocían hasta entonces, ordenándolos con base en sus propiedades. Sin embargo, el químico alemán Julius Lothar Meyer trabajó por separado en ello y pudo llevar a cabo una distribución de las propiedades físicas de los átomos, mientras que Mendeléyev pronosticó las características de elementos que eran desconocidos en su tiempo, otorgándoles lugares vacíos en la tabla, que más tarde fueron ocupados.

Así que el siglo XIX fue muy importante en materia de avances científicos, específicamente en la rama de la química pura. La versión actual de la tabla de Mendeléyev fue diseñada por el químico suizo Alfred Werner, incluyendo el desarrollo de modelos teóricos que son estudiados con equipo de medición para explicar su comportamiento, además de otros arreglos periódicos, según las propiedades que se van descubriendo y el uso que se les quiera dar, ya sea a nivel didáctico, médico, geológico, entre otros.

Nuevos elementos en la tabla periódica

En el último siglo se han descubierto todos los elementos del número atómico del 1 al 118 y la IUPAC, que se traduce del inglés como Unión Internacional de Química Pura Aplicada, autoridad mundial en nomenclatura y terminología químicas, confirmó varios nuevos elementos en diciembre del año 2015. Esta inclusión llenó la séptima fila de la tabla periódica, por lo que, a partir de este importante acontecimiento científico, muchos especialistas deducen que el próximo elemento por integrar será un gas noble.

De acuerdo con su orden numérico, los nuevos elementos que han venido a formar parte de la tabla periódica, y que ya son estudiados con equipo de laboratorio en Guadalajara y el resto de México en diferentes ámbitos científicos, son el 113, 115, 117 y 118, cifras que representan la cantidad de protones de cada átomo, contenidos en ese elemento. La última vez que se adicionó un elemento nuevo fue en 2011, cuando la IUPAC, después de varias discusiones, terminó por aceptar el flerovio, nombrado en honor al pionero ruso en física nuclear Gueorgui Fliórov y cuenta con el número atómico 114; y también el liveromorio (número atómico 116), bautizado para rendir homenaje al Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, donde fue descubierto. No obstante, aunque busquen en los rincones más inhóspitos de la tierra, no podrán hacerse con un trozo de flerovio o liveromorio, ya que muchos de estos nuevos elementos son el resultado de una fusión atómica que, según lo que ha explicado Paul Karol, miembro de IUPAC, es un fenómeno de uno en un millón.

El elemento de RIKEN

El primero del nuevo grupo de elementos fue descubierto en Japón y corresponde al número atómico 113. Se caracteriza por tener una vida tan reducida como un milisegundo y es tan inestable que, hasta el momento, es inviable para usos industriales. Solo se emplea para investigación científica y sigue en fase de evaluación para comprender sus aplicaciones.

La primera vez que se habló del elemento 113 fue en el año 2003 y la compañía responsable fue Laboratorios RIKEN, de Japón. Sin embargo, cierto grupo científico ruso-estadounidense también tuvo una importante participación, aunque no fue sino hasta el 2012 que el equipo de laboratorio nipón Kosuke Morita, de la Universidad de Kyushu, confirmó su existencia. Así que se trata del primer elemento obtenido por sintetización y es resultante de la desintegración del elemento 115. Lo que es curioso de ello es que el isótopo más estable del Uut, como también se le conoce, tiene una vida útil de tan solo veinte segundos.

Elementos superpesados

Por otro lado, el unumpentium, es decir, el elemento 115, es aún más impresionante en su concepción, puesto que existe durante menos de un segundo, antes de descomponerse en átomos ligeros. Se destaca por ser altamente radiactivo y se habló por primera vez de él en 2004, en Rusia, si bien no fue hasta 2013 que expertos de una universidad en Suecia confirmaron su existencia y aportaron evidencias al respecto. Este equipo de investigación logró producir un isótopo del elemento 115, el cual se transformó en otras partículas mediante radiactividad. El proceso fue denominado como «descomposición alfa», permitiendo un aumento de la compresión de la estructura.

Y, a partir de este punto, es imposible no mencionar a los elementos superpesados que han venido a integrar la tabla periódica. Seguramente ya son conocidos por su equipo de laboratorio en Guadalajara y son el 117, que cuenta con una vida útil de escasos milisegundos y lo que le permite existir durante tan corto tiempo son las islas de estabilidad temporal entre neutrones y protones, aunque sigue siendo muy poca la información que se maneja al respecto a nivel internacional; y también está el 118, el más pesado de todos, conocido como ununoctium, puesto que cuenta con la tasa atómica más alta de todos los elementos que se han sintetizado hasta entonces. Fueron los científicos del Instituto Conjunto de Investigación Nuclear de Dubna, en Rusia, quienes en 2002 hablaron del hallazgo y han explicado que, bajo condiciones normales, el 118 es un sólido.

Compren su equipo de laboratorio en El Crisol

Así que ya saben que es perfectamente posible integrar nuevos elementos a la tabla periódica, si bien no es algo que suceda a diario. En El Crisol compartimos con ustedes información de interés como esta, porque somos líderes en la comercialización de equipo de laboratorio en Guadalajara y el resto de México. Para solicitar más detalles acerca de nuestros productos y servicios, los invitamos cordialmente a que se comuniquen a través del chat en línea, llenando el formulario, llamando al teléfono (33) 3942 0220 o escribiendo al correo: guadalajara@elcrisol.com.mx. Estamos ubicados en la calzada Jesús González Gallo #1300, Col. El Rosario, 44898, Guadalajara, Jalisco.