El material de laboratorio que no te puede faltar en tus clases de ciencias

Las clases de ciencias pueden abarcar distintos ámbitos: química, biología, física, etc.; y seguramente se te vienen a la mente un montón de fórmulas, pero estas materias también cuentan con un lado dinámico, ya que implican prácticas de experimentación. Te decimos cuál es el material de laboratorio esencial que debes de tener en tu aula de ciencias.

Se trata de un recipiente que generalmente se utiliza para medir, calentar, transportar o combinar sustancias líquidas. Es posible encontrarlo de distintas capacidades o materiales, aunque el más común es de vidrio, también hay de metal o de algún tipo de plástico con características especiales.

Hablamos del vaso de precipitado y tenemos un consejo que no todos saben, para que su uso sea el más correcto posible. Como mencionamos anteriormente, este material de laboratorio es muy utilizado para medir y calentar sustancias líquidas, pero hay algo más que debes saber.

Antes que nada, repasemos algunos de los datos más relevantes de esta herramienta. En primer lugar, es necesario conocer los tipos que hay, de esta manera podrás saber cuál es el más adecuado para las prácticas que realizarás.

Uno de los tipos es el vaso Berzelius, que se caracteriza por el hecho de tener su base cilíndrica demasiado alta en proporción con el diámetro de la boca del envase. Este modelo se llama así por el químico sueco Jöns Jacob Berzelius y no siempre cuenta con un pico vertedor, aunque te recomendamos conseguir uno que sí lo tenga. Usualmente son utilizados para verter electrodos o titulaciones.

Por otro lado, tenemos a los cristalizadores, que, como podemos inferir por su nombre, suele ser usado para realizar cristalizaciones de distintos compuestos, derivados de alguna de sus disoluciones. Es raro encontrarlos con una escala graduada.

Finalmente, está el tipo más común de todos, conocido como vaso Griffin, llamado de esta manera en honor a John Joseph Griffin. La mayoría de los ejemplares de este modelo, tienen integrado un pico que facilita verter los líquidos que contiene. Lo puedes identificar por el aspecto del tronco cilíndrico, el cual tiene una medida bastante corta en comparación con el diámetro.

Una vez que sabes cómo distinguir los tipos de vasos de precipitado, es necesario aprender cómo usarlo apropiadamente para evitar cualquier falla, te compartimos algunos puntos que debes de tener en cuenta en todo momento.

No es buena idea utilizar el vaso para medir las distintas sustancias, ya que, al ponerlo por momentos al fuego y luego retirarlo, se expone a diversos cambios de temperatura, los cuales suelen ser muy bruscos, ocasionando que el recipiente cambie sus características de forma, lo cual puede derivar en variaciones de volúmenes, causando errores en las cantidades que se están manejando.

Estas variaciones no siempre son graves, todo depende de qué tanto haya repercutido el cambio de temperatura en el envase, pero, de cualquier manera, es recomendable tratar de no exponerlo a cambios tan bruscos, ya que incluso podría llegar a reventarse cuando es de vidrio.

Cabe mencionar que, no están calibrados, por lo que el margen de error es de aproximadamente del 10%. Por estas razones, es mejor mantenerse dentro de las demás funciones de este utensilio, que son calentar, combinar o traspasar sustancias. ¡Hay una gran variedad de equipo de medición que pueden ayudarte a medir con una mayor precisión!

Además, no hay que olvidar que hay una manera específica para calentar los líquidos, y es que se debe de cuidar que la propagación del calor se haga lo más uniformemente posible. Para lograrlo, es preciso adquirir una rejilla de asbesto, la cual también forma parte de un kit básico de laboratorio. Y claro, también se requiere un mechero para el fuego.

La ventaja del asbesto y el motivo por el que se utiliza es debido a sus largas fibras que resultan ser lo suficientemente resistentes y flexibles para ser entrelazadas y soportar el calor del fuego. Otra de las precauciones que se debe de tomar al utilizar el vaso de precipitado, sobre todo cuando se está trabajando con menores de edad, es tener muy en cuenta que los experimentos implican cierto riesgo y, por tanto, hay que tener sumo cuidado de no acercar demasiado ninguna parte del cuerpo que esté descubierta, a la boquilla.

Por lo mismo, es recomendable trabajar con guantes, los cuales te ayudarán a no exponerte tanto ante los químicos y el material caliente del que esté hecho el vaso. Si no cuentas con guantes, busca otro tipo de material con el que puedas sujetar el contenedor cuando haya estado en contacto con el fuego.

Recuerda que es a través de los materiales de laboratorio que podrás interactuar con las múltiples sustancias químicas con las que trabajes. Estos utensilios te permitirán experimentar de forma segura y recopilar los datos que obtengas de todas tus investigaciones.

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