Efectos del pH en sustrato y agua de riego en los cultivos

Para las industrias, es indispensable que sus procesos sean óptimos, lo que implica mantener bajo control diversos parámetros. Aplica también para el sector agrícola, donde cualquier error puede derivar en grandes pérdidas. Uno de los parámetros cruciales durante el proceso de cultivo es el pH. Determinar su nivel mediante medidas adecuadas y tecnología, como el medidor de pH, es crítico para no comprometer a la industria o a los futuros consumidores.

El pH y sus efectos en los cultivos

El pH es una de las variables más relevantes que debe medirse en la industria agrícola, ya que afecta aspectos relacionados con los nutrientes y la resolución de varios procesos químicos. Por ejemplo, si hay un nivel inadecuado en suelo o sustrato, la cosecha disminuirá al grado de no ser rentable continuar con el cultivo.

Esto también repercute en el agua de riego, que puede contener altas concentraciones de carbonato y bicarbonato. Se conoce como agua alcalina y, si se utiliza mediante aspersión, puede afectar considerablemente si no se acidularon anteriormente. Esto demuestra por qué es importante conocer el nivel del pH de ambos medios con equipo de laboratorio en Guadalajara de calidad, además de otros como las disoluciones usadas en la fertilización-irrigación.

pH de fertilizantes en agua de riego

En la industria son comunes algunos fertilizantes en procesos de fertilización-irrigación, como el ácido nítrico, ácido fosfórico y sulfato amónico, que suelen aumentar los niveles de ácido en el agua de riego. Por otra parte, también se usan otros para aumentar su alcalinidad, como el nitrato magnésico, nitrato cálcico y el sulfato potásico. Esto vuelve necesario usar un medidor de pH, como el que ponemos a su alcance.

Para evitar las pérdidas de cosecha tanto en cantidad como calidad y de los nutrientes por la formación de precipitados, es necesario que las empresas agrícolas conozcan las reacciones de dichos químicos y sus mezclas al diluirse en el agua para irrigación, entre las que destacan las pérdidas de:

• Hierro, debido a que se forma sulfato de hierro.

• Magnesio y calcio por la formación de carbonato magnésico y cálcico.

• Azufre, debido a la formación de sulfato cálcico.

• Fósforo por la formación de fosfato cálcico.

Para que el pH del medio de cultivo pueda estabilizarse, los propietarios deben conocer los niveles de bicarbonato, ya que las raíces obtienen los nutrientes desde él. Es necesaria la aplicación de una disolución nutritiva que mantenga ciertos niveles de bicarbonato en el agua de irrigación, que deben oscilar entre 1.0 y 1.5mm. Con respecto al bicarbonato que sobre, puede eliminarse al añadir ácido nítrico, sulfúrico o fosfórico.

pH y sus efectos en el suelo

Si el medio de cultivo tiene un pH que oscila entre 5.5 y 6.5, la mayoría de las plantas de cultivo presentarán una buena absorción de los nutrientes. Los inconvenientes asociados con la solubilidad de ciertos nutrientes y micronutrientes ocurrirán si el entorno radicular tiene un pH mayor que 6.5. Por otra parte, si es menor que 5.5, disminuirá la absorción de fósforo, lo que derivará en síntomas carenciales.

Si el pH no es correcto, se dañarán las raíces de los cultivos antes de los mencionados síntomas. Por ello es importante aprovechar las virtudes del medidor de pH . No importa si los suelos son ácidos o alcalinos, tanto la cantidad como calidad de las cosechas serán muy perjudicadas si ambos parámetros son demasiado altos.

Es crucial contar con un pH metro o medidor pH

Toda empresa agrícola debe contar con este instrumento. Se diseña para medir la actividad del ion hidrógeno en soluciones. Esto lo consigue al medir la diferencia de potencial entre un electrodo de referencia y otro de pH, que se relaciona con la acidez de la muestra a medir. Además de la industria agrícola, es crucial para muchos sectores y aplicaciones, como el alimentario, controles de calidad y experimentos de laboratorio.

Para que el medidor de pH de lecturas correctas debe calibrarse varias veces al año. Para ello, consulten un laboratorio de metrología, aunque pueden realizar el proceso internamente si cuentan con el material adecuado. Esto se debe a que usarlo puede marcar valores incorrectos, lo que provocará que las plantas reciban agua con pH inadecuado.

El sensor que integra es de alta sensibilidad, por tal motivo, recomendamos no tocarlo con las manos, a menos que tengan protección, ya que pueden dañarlo y hacer que dé mediciones inexactas. También deben limpiar el sensor después de hacer mediciones. Utilicen agua destilada para enjuagarlo y evitar que queden sustancias nocivas. Recuerden almacenarlo en un sitio húmedo para evitar la acumulación de residuos secos.

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