¿Cómo identificar, usar y almacenar reactivos de laboratorio?

¿Cómo identificar, usar y almacenar reactivos de laboratorio?

Los reactivos para laboratorio consisten en sustancias que se utilizan para realizar análisis y ensayos químicos y obtener diferentes datos, debido a su capacidad de producir reacciones. Entre sus principales objetivos destaca su capacidad de medir cantidades o revelar la presencia de muchas sustancias, lo que permite obtener reacciones por medio de combinaciones.

Cuando las sustancias presentes en los reactivos para análisis de agua u otros interactúan con otras  sustancias químicas se generan nuevas sustancias con propiedades, composiciones y conformaciones distintas. Se trata del producto de la reacción y, gracias a él, se crean nuevos productos en el mercado.

Existen varios tipos de reactivos, entre los que destacan: ácidos, bases, sales, azul de lactofenol, NaOH 4%, KOH 10%, indicadores de pH, alcohol impotable, detergentes neutros y alcalino, síntesis orgánica, entre otros. La gran variedad de reactivos para laboratorio se clasifica de distintas maneras, lo que depende de varios aspectos, por ejemplo, sus propiedades físicas o químicas, entre otras características de uso.

Elegir el reactivo adecuado para cada análisis o experimento (ya sea reactivos para análisis de agua u otros) es importante, aunque deben considerarse otros aspectos para obtener sus beneficios, como las formas correctas de uso, almacenamiento e identificación.

Identificación de reactivos de laboratorio

Los reactivos pueden encontrarse en formas líquidas, sólidas o en disoluciones y se venden con diferentes grados de calidad y pureza, que elegirán según su aplicación. Otro tipo disponible en el mercado son los reactivos patrón, que permiten conocer la concentración de varias sustancias de manera exacta, por tal motivo, se utilizan como referencia para corroborar que los análisis se efectúan adecuadamente y que el equipo de laboratorio en Guadalajara funciona bien.

Los reactivos incluyen etiquetas que permiten su identificación. En ellas debe estar la siguiente información:

  • Nombre y grado de concentración.
  • Densidad, peso molecular y fórmula química.
  • Números CAS. Corresponde al número de identificación internacional, aunque puede usarse otros aplicables a nivel local, como el CE que corresponde a la Comunidad Europea.
  • Fecha de caducidad, lote y condiciones de almacenamiento.
  • Indicaciones de riesgo, que señalan los riesgos que representa el reactivo para el medio ambiente y la salud humana. Igualmente, se incluyen recomendaciones de eliminación, prevención, almacenamiento, entre otros.
  • Pictogramas de peligro.

Recomendamos consultar el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos de la ONU para más información sobre la identificación de reactivos.

Almacenamiento de reactivos

El almacenamiento de los reactivos puede realizarse en estanterías de plástico o metal, con puertas o sujeciones para evitar que se caigan. Hay opciones en frigorífico para aquellos reactivos que necesitan estar refrigerados. Este proceso se realizará considerando los niveles de riesgo del producto, ya sean inflamables, corrosivos, tóxicos, de bajo riesgo, entre otros.

Según lo anterior, los reactivos para laboratorio más peligrosos deben colocarse en la parte trasera de la estantería y los reactivos menos riesgosos en la parte delantera. Tienen que considerar la incompatibilidad de cada uno. La información la encontrarán en las fichas técnicas o de seguridad. En internet también podrán encontrar tablas de incompatibilidad entre sustancias químicas, aunque es importante corroborar que es una página de confianza.

Uso de los reactivos

Los laboratorios deben contar con la documentación necesaria para usar adecuadamente los reactivos. En este sentido, las instalaciones comerciales tienen que poner los siguientes documentos a disposición de sus usuarios:

  • Certificado de análisis. En él se asegura que las características y concentración de los materiales son las que aseguran los vendedores.
  • Ficha técnica. Incluye la descripción de los reactivos y sus componentes, entre otra información, como condiciones de uso, incompatibilidades con otros materiales, propiedades químicas y físicas, entre otros.
  • Hoja de seguridad. Señala los niveles de riesgo de los reactivos, ya sea para la salud o el medio ambiente. Incluye datos para manejarlos y los API para ello, cómo actuar en caso de accidente, entre otros.

Esta documentación debe estar en el laboratorio de ensayos y en una ubicación de fácil acceso para recurrir a ella rápidamente en caso de accidente. La recopilación, almacenamiento y análisis de los documentos expone lo difícil que es mantener altos estándares de calidad y seguridad y son indispensables para asegurar resultados confiables bajo distintas acreditaciones, por ejemplo, la ENAC, ISO 9001, ISO 17025, entre otras.

Esta información permitirá que quienes no estén familiarizados con los reactivos los utilicen adecuadamente. Si necesitan un proveedor de reactivos para su laboratorio, industria cárnica, panificadora, de alimentos y bebidas, microbiológica o tratamiento de agua, contacten a los expertos de El Crisol a través de la línea (33) 3942 0220, llenen con sus datos nuestro formulario «Cotizaciones» o envíen un correo electrónico a la dirección: guadalajara@elcrisol.com.mx. Tenemos un amplio catálogo en nuestra venta de material de laboratorio en Querétaro, por lo que encontrarán lo que necesitan.