¿Cuáles son los usos de un medidor de pH en casa?

Es bastante común creer que la medición de pH es un asunto exclusivo para los científicos profesionales, que no tiene nada que ver con nuestras actividades cotidianas, y que los únicos lugares donde se necesita un medidor de pH son los laboratorios químicos. No hay nada más lejano de la realidad: el pH es una medida que determina el grado de acidez o alcalinidad de un producto o una sustancia, y esta escala es esencial para actividades tan básicas en las sociedades como la fabricación de alimentos y bebidas, el cultivo de frutas y vegetales y el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

Es más, el mismo cuerpo humano tiene su propio pH y las células que lo conforman necesitan un pH específico para considerarse saludables. Así que, si se piensa bien, no hay nada más importante y cercano que esta medición, de la que en pocas palabras puede depender nuestra vida y salud física.

De la misma forma, la medición del pH es necesaria para algunos pasatiempos y actividades en casa como la elaboración de cerveza artesanal, el cultivo de huertas urbanas o para llevar el control de dietas basadas en la acidez y alcalinidad de los alimentos. En cualquiera de estos casos, e incluso en muchos más, tener un medidor de pH en casa será un importante apoyo que facilitará la realización de muchas de las actividades.

¿Qué tiene que ver el pH de los alimentos con la salud?

Como se mencionó, el pH del cuerpo humano es clave para una vida saludable, y la alimentación es uno de los factores más importantes para mantener este equilibrio. La escala de pH va de 0 a 14, donde 0 es el valor más ácido y 14 el más alcalino. Una sustancia se considera ácida cuando tiene un pH de menos de 7. Una medición de 7, por ejemplo, es considerada neutra, y es la que, en condiciones normales, tiene la sangre humana y el agua.

Gran parte de los alimentos para consumo humano, como las frutas y vegetales, se consideran naturalmente ácidos, es decir que su pH es menor de 7. Hay que tener claro que cada fruta o verdura tiene su propia medición y que una manzana, por ejemplo, puede variar su pH a medida que se madura. De ahí que sea tan importante, para la preparación de conservas u otras preparaciones caseras, que se tenga una medida precisa, ya que del pH de un alimento dependerá qué tipo de organismos pueden crecer en él.

En la conservación de alimentos, un buen aparato de medición es importante, pues si el alimento en cuestión tiene un pH muy alto permitirá el surgimiento de toxinas que son mortales para los seres humanos, como la causante del botulismo, por ejemplo, que no se produce en ambientes con una acidez de 4.6 o mayor (es decir un pH de 0 a 4.6). Puede decirse, entonces, que la hora de almacenar alimentos durante largos tiempos, o para las familias que realizan conservas con frutas o verduras de temporada, es de vida o muerte contar con un adecuado equipo de medición para saber con exactitud cuál es el pH de sus productos o preparaciones.

En últimos estudios también se demostrado que la presencia de enfermedades graves altera el pH natural de los seres humanos. Se ha encontrado, por ejemplo, que el 85% de los pacientes de cáncer tienen un pH entre 5 y 6, cuando lo normal en un hombre o mujer es entre 7 y 7.4.

Una alimentación balanceada y la medición del pH

Se han realizado cientos de estudios para identificar cuál es el pH ideal para el ser humano. De hecho, el ganador del premio Nobel Linus Pauling aseguraba que para disfrutar de buena salud es clave que el pH del cuerpo se mantenga alcalino. Para esto, lo recomendable es consumir con moderación alimentos considerados acidificantes, entre los que se encuentran:

• Carnes y derivados lácteos.
• Azucares y harinas refinadas.
• Grasas hidrogenadas, como margarinas.
• Otros alimentos procesados como aditivos, enlatados y embutidos.

El consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, el estrés y la falta de ejercicios también se consideran elementos que contribuyen a la acidificación del cuerpo.

Por otro lado, para mantener un pH alcalino se recomienda una alimentación rica en vitaminas, nutrientes y minerales, presentes en sustancias como las algas, los vegetales de hojas verdes, los cereales integrales y las grasas no saturadas. También se hace énfasis en la importancia de usar endulzantes naturales como la miel o estevia.

Es importante recordar que lo que usualmente se conoce como un alimento ácido, como el limón, la naranja u otras frutas cítricas, no necesariamente es dañino para la salud. Se debe recordar: cuando se hace referencia a un alimento acidificado no se está hablando de su sabor, sino de su medición de pH.

EL pH en el cultivo de huertas urbanas

Así como las células humanas necesitan un determinado ambiente para ser consideradas sanas, los vegetales y demás elementos que se producen de la tierra necesitan cierto pH para sobrevivir. La clave acá está en los nutrientes que la tierra posee, más que en el pH por sí mismo; una tierra muy acidificada no permite que las plantas obtengan los nutrientes necesarios para crecer y producir frutos.

Si una persona planea construir su propia huerta, sea en espacios interiores o al aire libre, debe tener un medidor de pH para llevar el control de la tierra que usa y su acidez. De lo contrario, es probable que se le dificulte iniciar sus cultivos y no entienda qué es lo que está haciendo mal: pensará en las semillas que usa, la cantidad del agua para regarlas o la luz del sol que estén recibiendo… todo, excepto la acidez de la tierra que usó para sembrarlas.

El pH exacto que se necesita en la tierra dependerá de qué tipo de plantas se quieran sembrar. Hay algunas que se adecúan más fácilmente a suelos ácidos, mientras que otras presentan mayor resistencia para sobrevivir en suelos alcalinos. Por eso es por lo que la medición en huertas es primordial para tener una huerta sana y que brinde alimentos de calidad con abundancia.

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