Instrumentos para laboratorio
El trabajo de laboratorio puede ser apasionante, intenso, interesante y hasta divertido, pero también implica responsabilidad, capacidad y sobre todo conocimiento. Por esto es importante que los usuarios conozcan a la perfección los diferentes materiales de trabajo que se utilizan, sus usos, precauciones y los diferentes tipos que hay.
Los instrumentos para laboratorio se dividen básicamente en dos tipos: los aparatos y los materiales. Los aparatos a su vez pueden clasificarse con base en sus métodos y mecanismos de acción en aparatos mecánicos y aparatos electromecánicos. Los materiales, por su parte, se clasifican con base en el uso que tienen en materiales de sostén, materiales volumétricos, materiales para usos específicos y recipientes.
Los aparatos son el equipo, las máquinas, los artefactos que son utilizados para realizar diferentes tipos de tareas, dependiendo de su diseño y funciones, algunas muy específicas, otras más generales.
Algunos de los aparatos más comunes que se pueden encontrar, son la balanza analítica, aparato mecánico que cuenta con una gran sensibilidad que le permite determinar el peso de sustancias y materiales sumamente ligeros con gran precisión. Así, se tiene la balanza granataria, también un aparato mecánico para pesar, pero con menor sensibilidad.
Existen, por supuesto, muchos otros aparatos con diferentes usos y funciones en los laboratorios; los de uso más frecuente son el agitador magnético (cuya función es la de homogenizar sustancias en conjunto con una barra de agitación), el potenciómetro (un medidor de pH), la mufla (que sirve para análisis de cenizas de muestras orgánicas e inorgánicas) y las parrillas (utilizadas para calentamiento de sustancias contenidas en recipientes que se vean afectados por el fuego directo).
Los materiales de sostén son instrumentos para laboratorio que permiten la sujeción de materiales, sustancias, piezas u otros instrumentos. Las herramientas más comunes y conocidas de este tipo son los diferentes tipos de pinzas. Por ejemplo está la pinza para refrigerante o pinza Holder, un utensilio que cuenta con dos nueces, la primera para sujetarse al soporte y la otra para sujetar un refrigerante.
En el grupo de las pinzas también se tienen otras pinzas diseñadas para sujetar o sostener sustancias en un recipiente determinado o instrumentos específicos, como las pinzas para cápsulas de porcelana, pinzas para crisol, pinzas para tubos de ensayo o las pinzas para vasos de precipitados.
También se tiene el anillo circular de hierro, una pieza que se ajusta al soporte universal para poder sostener otros utensilios como embudos y, en conjunto con una tela de alambre, vasos de precipitados o matraces, sobre todo cuando se calentará alguna sustancia.
La gradilla también es una herramienta muy conocida, pues es el mejor utensilio para ordenar y manejar de la mejor forma los tubos de ensayo y las sustancias que estos contienen.
El soporte universal y la tela de alambre también son de uso común. El soporte universal es de gran utilidad pues puede soportar diferentes tipos de recipientes de diferentes formas y tamaños, a él se pueden adaptar otras herramientas. Por su parte, la tela de alambre es muy útil para proteger utensilios o materiales que van a ser calentados directamente al fuego, sobre todo porque su parte central está recubierta de asbesto, lo que propicia una mejor distribución del calor, permitiendo que el calentamiento del material sea uniforme.
Otros utensilios de sostén que se pueden encontrar en el laboratorio son los bornes (para sujetar cables), el triángulo de porcelana (para calentar crisoles), el tripié (alternativa al soporte universal y anillo de hierro), entre otros.
Los materiales volumétricos son instrumentos para laboratorio cuya función es la de medir el volumen de las sustancias líquidas. Los instrumentos más comunes de este tipo son la bureta, el matraz volumétrico, la pipeta graduada, la pipeta volumétrica, la probeta y el gotero. Todos estos utensilios tienen exactamente la misma función, la diferencia entre ellos, además de la forma y el tamaño, radica en su aplicación, la capacidad de medición, su precisión y la escala que utilizan. En el caso del gotero, además de medir, también sirve para dosificar la sustancia que contiene.
Estos materiales además, también pueden diferenciarse por el uso que se les da dependiendo del trabajo, sustancia o experimento que se lleva a cabo, pues se utilizan para diferentes propósitos como neutralización, preparación, mezcla, condensación, etcétera.
Los materiales de uso específico son los instrumentos diseñados, como su nombre lo indica, para realizar tareas muy específicas. Por ejemplo, el agitador de vidrio es una pequeña varilla que se utiliza para agitar mezclas y así homogeneizar sustancias. Otro ejemplo es el destilador, un artefacto que consta de un matraz redondo, una alargadera de destilación y un refrigerante de serpentín, todo en conjunto se utiliza para la separación sucesiva de los líquidos de una mezcla aprovechando la diferencia entre sus puntos de ebullición.
Otro tipo de materiales para usos específicos son el baño maría cromado, el calorímetro, la cápsula de porcelana, el termómetro, el refrigerante, el crisol de porcelana, el cristalizador, las cucharillas de combustión, el desecador, los diferentes tipos de embudos, mecheros (de Bunsen, para altas temperaturas), los matraces con funciones específicas, los escobillones y muchos otros.
Finalmente se tienen los recipientes, instrumentos para laboratorio cuya función es la de contener sustancias o reactivos. Los recipientes más comunes son los frascos reactivos, el matraz balón, la piseta, el matraz Erlenmeyer, los tubos de ensayo, diferentes tipos de frascos y probetas, incluso el frasco gotero, que, si bien, es utilizado para medir y dosificar sustancias, también en él se puede contener y almacenar.
Al igual que con los materiales volumétricos, los recipientes solo se diferencian unos de otros por su forma, tamaño, capacidad, el tipo de sustancia que contienen y en algunos casos su fabricación.
En general, existe una gran cantidad de materiales que se utilizan en los laboratorios, sin importar si el fin de estos es académico, industrial, laboral o científico, lo importante es que los usuarios conozcan el tipo y uso de cada material y utensilio para evitar accidentes y llevar a cabo las labores de la mejor manera.
Pero muy importante al respecto también es la calidad. Y es por esto que El Crisol, una empresa mexicana con más de 50 años en el mercado pone a disposición de la comunidad científica, académica, industrial, entre otras, su amplio catálogo de materiales e instrumentos para laboratorio.
El Crisol es una empresa con un inventario extenso, con diferentes marcas nacionales e internacionales, con sucursales en diferentes estados de la república, pero sobre todo con materiales de la más alta excelencia, durabilidad y calidad.
El trabajo de laboratorio es de suma importancia para el desarrollo de la industria, el comercio, la salud y la humanidad en general y para lograr ese desarrollo es necesario contar con el mejor material y equipo, un compromiso que ha adoptado y cumplido cabalmente durante más de cinco décadas.