Aparatos de medición
En los diferentes laboratorios de las distintas disciplinas y ciencias, siempre se utilizan diversos tipos de materiales e instrumentos para llevar a cabo las tareas, experimentos o pruebas. Sin importar si se trata de física, química, biología, ingeniería, medicina o cualquier otra ciencia o disciplina, medir es una de las actividades principales que se realizan al interior de un laboratorio, pues para sustentar los resultados de cualquier estudio es necesario presentar datos, estadísticas, números que avalen los resultados.
Ahora bien, cuando se habla de la industria, quizás no se realicen experimentos ni pruebas, probablemente solo se fabrique un producto, pero para ello también es necesario medir, pues las cantidades de muchas sustancias, compuestos, reactivos, mezclas y demás, deben ser precisas, de lo contrario el resultado podría no ser el esperado. Por ello, entre los materiales más comunes y utilizados por la ciencia y la industria están los aparatos de medición.
Para entender a la perfección lo que estos instrumentos son, es necesario definir qué es medir. En términos generales, medir es asignar un valor numérico a un objeto, característica o fenómeno con el fin de determinar su magnitud, en comparación con otros objetos, características o fenómenos. Otra definición común de medir es: comparar un patrón específico con un objeto o fenómeno para saber cuántas veces está contenido el patrón dentro del objeto o fenómeno.
De manera más simple, se puede decir que medir es la acción de conocer la cantidad, magnitud o tamaño de un objeto, cualidad o fenómeno, con el uso de parámetros, unidades y patrones estandarizados. En consecuencia, los aparatos de medición son instrumentos que se utilizan para medir, instrumentos que tienen una o varias escalas de medida determinadas para conocer la magnitud de diferentes objetos o fenómenos, dependiendo del tipo de dispositivo.
Cabe destacar que cada artefacto tiene una precisión y sensibilidad diferente, lo que los hace útiles para diferentes tareas. La precisión y sensibilidad se refiere a la capacidad que tienen los dispositivos para percibir y determinar la magnitud de un objeto o fenómeno, entre más sensible sea el instrumento, más precisa será la medición.
Por supuesto, existen diversos tipos de instrumentos y dispositivos que se utilizan para medir, algunos mecánicos, otros eléctricos y algunos sumamente especializados en determinados objetos, materiales o fenómenos. En general, estos instrumentos se pueden dividir de diferentes formas y categorizar de diferente manera, pero la mejor forma de identificar estas herramientas es categorizándolas con base en la propiedad que miden.
De esta manera se pueden dividir estos instrumentos en aquellos que miden masa, longitud, tiempo, temperatura, presión y otras magnitudes. Entre los instrumentos para medir masa, se encuentra la balanza, una de las herramientas más conocidas y utilizadas en el laboratorio y en muchos otros ámbitos. La balanza mas sencilla básicamente implica una palanca conformada por dos brazos que permite realizar mediciones con base en una situación de equilibrio. Existen diferentes tipos de balanzas, con diferentes grados de sensibilidad y precisión, dependiendo de las necesidades del usuario.
Un instrumento similar es la báscula, otro de los aparatos de medición más comunes y utilizados en diferentes tareas e industrias. Este tipo de instrumento tiene un mecanismo similar al de la balanza, pero en este caso es un juego de palancas que se ocupan para encontrar el equilibrio entre la masa del objeto y un pilón graduado. También existen varios tipos de básculas, con diferentes grados de precisión y sensibilidad, eléctricas y mecánicas, muy grandes o muy pequeñas, para medir toneladas o miligramos. Otros instrumentos utilizados para medir masa son el catarómetro, el espectrómetro de masa y el dinamómetro.
Por otra parte están los instrumentos para medir longitud, entre los cuales están la cinta métrica, las reglas y el flexómetro. Estos utensilios funcionan de manera muy similar: tienen grabadas las unidades en su cuerpo y basta con comparar un objeto con estas herramientas para conocer su longitud. Un instrumento similar es el calibrador milimétrico o vernier, una regla que tiene agregado un tipo de pinza o prensa que se cierra para aprisionar al objeto y conocer su longitud. Existen, por supuesto, otros instrumentos para medir la longitud, la gran mayoría mecánicos y varios con una alta precisión; algunos son el odómetro, el micrómetro y el interferómetro.
Otro tipo de instrumentos muy comunes son aquellos que miden el tiempo. Como instrumento básico para esto se puede considerar al reloj y al calendario, herramientas de uso cotidiano que la mayoría de personas utiliza para conocer la fecha y la hora. No obstante, existen instrumentos que miden el tiempo de manera mucho más precisa y con objetivos mucho más particulares como el cronómetro y el reloj atómico, dispositivos que miden fracciones mínimas de tiempo.
Estos aparatos de medición son quizás los más comunes, sobre todo porque su uso es muy general y se pueden utilizar en la vida cotidiana de muchas personas, pues su uso no se limita únicamente al laboratorio o a la industria. Sin embargo, existen muchos otros instrumentos de este tipo como los que miden la velocidad (velocímetro y anemómetro), los que miden temperatura (termómetro y pirómetro) o los que miden la presión (barómetro y manómetro), esto sin contar otros aparatos que miden fenómenos o magnitudes muy particulares y que se utilizan, por lo general, en industrias o ámbitos científicos muy específicos.
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