Te presentamos los diferentes tipos de centrífugas para laboratorio

Estimados lectores, el equipo de El Crisol les da nuevamente la bienvenida a este espacio que prepara para ustedes, el cual busca que siempre estén enterados de todos los productos y servicios que ponemos a su disposición. En nuestro blog siempre encontrarán información pertinente y actualizada sobre nuestro campo de trabajo, sabemos que toda esta información que les proporcionamos les será muy útil para elegir los equipos de laboratorio que necesiten.

Entre los artículos que les ofrece El Crisol se encuentran las centrífugas para laboratorio, esta máquina hace uso de la fuerza centrífuga, con ella pone en movimiento de rotación muestras de sangre, es así como los componentes de la sangre se separan para así poder obtener los resultados de los análisis que se están realizando.

Hay diferentes tipos de centrífugas para laboratorio, veamos algunos y sus características:

Dependiendo del rotor que utilicen (que es donde se coloca la muestra que se centrifugará):

• Rotor fijo. Es utilizado para grandes volúmenes, en él los tubos se colocan en un ángulo fijo respecto al eje que gira. • Rotor basculante. Los tubos con las muestras se colocan dentro de carcasas que están colgadas, estas carcasas están unidas al rotor mediante un eje, y se mueven junto con las pruebas cuando el rotor gira. Se utilizan principalmente para muestras pequeñas y para separar partículas con el mismo o similar grado de sedimentación.

Otros tipos de centrífugas para laboratorio son estas:

• Analíticas. Estos equipos brindan la posibilidad de obtener datos moleculares como: coeficiente de sedimentación, masa molecular. • Preparativas. Su función es aislar y purificar las muestras. Estas centrífugas preparativas se dividen en cuatro tipos, que son los siguientes:

1. Centrífugas de mesa. También son conocidas como centrífugas clínicas, médicas o de baja velocidad, son pequeñas y no cuentan con un espacio para refrigerar las muestras. Las velocidades máximas que alcanzan oscilan entre los 4000-5000 rpm. Principalmente son utilizadas para la separación de partículas grandes, como células. Los tubos que emplean son de 15mL de capacidad. 2. Minicentrífugas. Se parecen a las centrífugas de mesa, lo que varía es que éstas alcanzan velocidades de 10,000 rpm o incluso velocidades mayores. Los biólogos moleculares son quienes hacen uso de ellas. Utilizan microtubos que van desde los 0,2mL hasta los 1,5mL. 3. Centrífugas de alta velocidad. Estas centrífugas para laboratorio pueden alcanzar desde 18,000 hasta 25,000 rpm. Dado las velocidades que alcanzan estos equipos alcanzan, estas equipadas con sistemas de vacío para con éste evitar que el rotor se caliente de más, este sistema de vacío también ayuda a controlar la temperatura de las muestras, además cuentan con un sistema de refrigeración como condensadores y compresores, para así mantener las muestras con una temperatura que se mantenga por debajo de la del medio ambiente. Las centrífugas de alta velocidad son empleadas para separar fracciones celulares. 4. Ultracentrífugas. Llegan a alcanzar más de 50,000 rpm, por lo que cuentan con sistemas de refrigeración para la cámara y también para el motor. Los niveles de vacío que alcanzan es suficiente para separar proteínas pequeñas. Estas centrífugas se dividen en analíticas y preparativas.

Las ultracentrífugas analíticas cuentan con un sistema óptico permite observar en tiempo real la sedimentación de las pruebas, esto a su vez permite obtener datos precisos de los procesos de sedimentación.

El objetivo de las ultracentrífugas preparativas es purificar las muestras para utilizarlas posteriormente, es decir: aíslan las partículas que contienen bajos coeficientes de sedimentación, como virus y macromoléculas.

Estos diferentes tipos de centrífugas para laboratorio se ajustan al diferente tipo de centrifugación que cada uno realiza, es decir: la centrifugación preparativa que busca separar partículas específicas, y la centrifugación analítica que busca analizar propiedades físicas como el peso molecular, entre otras.

Para elegir el equipo de centrífuga correcto se deben tomar en cuenta los tipos de procedimientos clínicos que se realizan en el laboratorio interesado en estos equipos, ya que hay algunas centrífugas que pueden utilizarse para diferentes fines y otras que tienen usos muy concretos.

Como todos los equipos de laboratorio, se recomienda que estos equipos sean manejados únicamente por personal que esté capacitado y tenga los conocimientos de cómo se emplean, para así evitar que éstos se dañen, además de que hay una serie de recomendaciones sobre el mantenimiento de éstas, para que siempre den resultados confiables y para que además tengan una larga vida útil, pero de eso les hablaremos en otra entrada de nuestro blog.

En El Crisol podrán encontrar la centrífugas para laboratorio que más se adapte a las necesidades de sus laboratorios, además nuestro personal es especialista en los procesos de uso, cuidado y mantenimiento de éstas, por lo que acudir con nosotros les garantiza una atención especializada y una compra atinada, nuestro equipo estará siempre disponible para aclarar todas las dudas que puedan tener sobre cada uno de los equipos que les ofrecemos.

Los invitamos a conocernos si es que aún han podido hacerlo, el equipo e instrumentación para laboratorio con el que contamos es muy amplio, con nosotros podrán encontrar todos los materiales que necesitan para montar un laboratorio completo, además de precios realmente competitivos y una atención especializada y atenta, les aseguramos que El Crisol cumplirá y rebasará todas sus expectativas, visítennos en las sucursales que tenemos en Puebla, Querétaro, Monterrey, San Luis Potosí, Chihuahua, Torreón y por supuesto en la Ciudad de México, ¡los esperamos!